Pajarillos cantando
al celeste sobrevuelo,
comunicándose con dioses antiguos
sobre historias humanas
y de sus épicas mundanas;
jolgorio de unos divinos y otros alados,
cotilleando sobre sus creaciones
y sus ociosas ocurrencias.
Pio, pio,
pio, pio.
Por donde había plumas
ahora hay desierto,
sin almas;
seco y furtivo de la vitalidad,
arenoso y parco por austeridad,
proclive al silencio y su tenebrosidad,
aquellos tiempos humanos pasaron...
y de sus propios principios se acabron.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado